sábado, 7 de noviembre de 2009

Cautivo y desarmado el pueblo de Sevilla...

De un tiempo a esta parte, de demasiado tiempo ya diría yo, la izquierda sevillana, o más bien, la izquierda trasnochada sevillana, rancia y carca, adjetivos que también se pueden predicar de la izquierda, materializada en la persona de Antonio Rodrigo Torrijos, se dedica a embestir contra todo lo que huela a cofradía. Cada uno gasta sus fuerzas y energías en lo que cree más oportuno, faltaría más. Pero el caso es que, al menos personalmente así lo creo, todo lo que llevan a cabo contra el mundo cofrade sevillano lo hacen desde el rencor y el revanchismo. No veo por ningún sitio que busquen restañar heridas, heridas que difícilmente sanarán con la actitud que muestran. Lo único que hacen es hurgar más en éstas y abrir más aún las cicatrices.
Creo, además, que se equivocan de 'enemigo', si es que podemos hablar de enemigo. ¿Son las cofradías hijas de la derecha o del franquismo? Creo que, sin duda, no. Las cofradías pertenecen, son del pueblo de Sevilla. Igual que, por mucho que ellos se lo quieran creer, ellos no son hijos de la República. Aunque es obvio que tenemos que conocer la historia y que ésta no se puede borrar y es la que ha ido creando nuestro presente, cada uno debe vivir en su tiempo y lugar. Vivir en el pasado no le hace bien a nadie. Porque si ellos son los herederos de la república, ¿será a ellos a los que podremos reclamar todo lo que las hermandades perdieron en el 32 y en el 36? Más allá de la bella y poética imagen de la "rosa en el volcán", ¿cómo podrán restituir a los cofrades de San Julián la mirada de aquella Hiniesta que vivía junto a la Puerta de Córdoba? ¿Y quién nos devolverá la serena muerte del Cristo que entre la Fábrica de Artillería y el Matadero Municipal residía y repartía la Salud entre la gente del pueblo, porque del pueblo son las cofradías, que habitaba en Ancha y en Campamento? ¿Serán ellos los que nos resarzan por no haber podido contemplar la mirada, recordando la marcha de Gómez de Arribas, de Aquella Virgen de la calle Castilla? ¿Cómo podrán aliviar la pena de la Amargura emparedada entre cuatro tablones? Y eso sin adentrarnos en el patrimonio más material de orfebrería, bordados o talla que se perdió. ¿Cuándo van a empezar a pagar sus desmanes? Sin embargo, y no digo que no fuese de justicia, con la vuelta de la Democracia a los sindicatos y al Partido Comunista se les restituyó el patrimonio perdido.
A mi, que rehuyo de mezclar política y cofradías, no se me escapa que es difícil separar éstas de aquella. Pero lo que debería aprender el referido señor es que, por encima de intereses partidistas o de creencias religiosas, cuando se está en un puesto como en el que él o su partido se encuentran, deben primar los intereses de la institución a la que pertenecen y representan, si es que son capaces de representar algo dignamente. Y, en este caso, representan al Ayuntamiento de la Ciudad de Sevilla. Todo lo que no sea así es mostrar poco respeto por los ciudadanos de la ciudad. Y siendo esto así, debe mostrar respeto por las tradiciones Sevilla independientemente del cariz religioso o no que puedan tener. Me da hasta cierta envidia de los cordobeses que veían cómo Rosa Aguilar, siendo del mismo partido, sí anteponía la institución que representaba a las consignas que sobre asuntos religiosos marca su partido (por cierto, y aunque no venga al caso, cómo escoció que aceptase ser consejera con otro partido que no fuese el comunista, ¿verdad sr. Torrijos?). Deberían aprender que no se debe morder la mano que te da de comer. Y ellos comen de los votantes sevillanos, que mal que les pese, los sevillanos, por religiosidad, o por tradición, o por la razón que quieran poner, son cofrades en su gran mayoría. Luego muestran mayor apoyo y respeto por otras manifestaciones de dudosa raigambre y tradición en Sevilla como conciertos por Cuba, pero no para que acabe la dictadura allí, si no para apoyar el poco democrático régimen de Castro.
Dicen que la historia la escriben los vencedores. Pero cuando hay una guerra, y más una guerra fraticida entre hermanos de una misma nación, lo de vencedores me suena a mentira. En una guerra, en mayor o menor medida, pierden todos sin excepción. Y si dicen que la historia la escriben los vencedores, dejémoslo así, los perdedores con frecuencia la reescriben con mayor distancia a la realidad que los primeros. Muchas veces las reinterpretaciones que de la realidad dan unos y otros difiere tanto de la verdad que sería positivo plantearse muchas afirmaciones que, por haberse hecho hace mucho tiempo y por alguien de supuesto prestigio, se dieron por ciertas y nunca más se han vuelto a cuestionar. Pero si alguien está perdiendo en la guerra que actualmente libra el Partido Comunista contra molinos de viento, si alguien pierde de verdad, ese es el pueblo sevillano. Si el comunicado final de la Guerra Civil decía algo así como "cautivo y desarmado el ejército rojo...", así, cautivo y desarmado, es como tienen algunos al alcalde de la ciudad y por extensión al pueblo de Sevilla.
Solo por curiosidad, pinchen en el enlace en la foto que apareció en www.gelannoticias.com. Espero que no estuviese apercibiendo a la hermandad por ocupación ilegal de la vía pública.

4 comentarios:

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Que lástima que no se prodigue ud más.
Yo no creo que este hombre ni ninguno de los que le acompañan en IU sepan lo que es ser de izquierda.
Sí es cierto que me gustaría tomar una copa tranquila con este hombre para saber si de verdad es tan revirado como aparenta.
Saludos

Zapateiro dijo...

Ese señor es un incompetente con muy poca cultura, como demuestra cada vez que habla o actúa. Y le hace poco bien a las siglas a las que se adhiere.

Me alegro mucho de verle de nuevo en activo. Se le echaba de menos.

Un saludo.

Diego Romero dijo...

Este incompetente solo busca confrontación en todo lo que toca.

Papasmarrone dijo...

La foto ad hoc es un minuto antes de ponerse a tirar del simpecado a la orden del boyero, ¿no?