lunes, 20 de octubre de 2008

Las otras devociones

Con relativa frecuencia leemos o escuchamos cómo devociones que otrora fueron, valga la expresión, punteras o bien se perdieron o quedaron en un estado de letargo e indiferencia por parte de los que antes eran sus devotos. El caso de la Hermandad de la Antigua y Siete Dolores o del Crucificado de San Agustín (recuperado del olvido por la Hermandad de San Roque) bien pueden valer para ofrecer un ejemplo de ello. Por otra parte también surgen nuevas devociones en barrios de la periferia como Nuestro Padre Jesús de la Esperanza en el Puente Cedrón para la Milagrosa.
Sin embargo de un tiempo a esta parte da qué pensar (e incluso creo que llega a ser preocupante) en qué nos fijamos más, en lo esencial o en lo supérfluo. Es incluso cuestionable qué es más importante para muchos cofrades, el fondo o la forma. No debemos ser necios y negar que todo lo que rodea la Semana Santa tiene una parte importante de espectáculo y de folclore. Tampoco podemos obviar que sin este aspecto muy probablemente la Semana Santa de Sevilla no sería lo que es y sí algo más próximo a las celebraciones de ciudades castellanas como Valladolid o Salamanca. Pero creo debemos hacer distinción entre lo accesorio y lo que debe ser la esencia de la Semana Santa.
Hace unos años circulaban por Triana (desconozco quién o quienes las ditribuían) unas estampas como las que se venden en las mesas petitorias con una imagen de la Cofradía de la Esperanza de Triana. Pero no era de ninguno de sus titulares, aunque para algunos pudiera parecerlo, pues llevaban impresa 'Santo Caballo de Triana'. Creo que por la Calzada ocurrió algo parecido. Y esto me crea dudas sobre qué mueve a muchos en la Madrugá cuando se agolpan en el Altozano, ver al Señor de las Tres Caidas o la figura del cuadrúpedo. Yo, en mi caso, lo tendría muy claro.
Ya en tiempos pasados desde el Palacio Arzobispal se prohibieron las saetas profesionales pues primaba el espectáculo sobre lo que, en principio, es rezo. También sobre determinadas composiciones musicales que se interpretaban tras algunos pasos actuó la censura (o al menos las recomendaciones, que en la práctica era lo mismo) de la mitra. No creo que en Sevilla deba existir censura a este respecto. La Semana Santa es lo bastante avanzada y sabia como para autorregularse. Prácticamente todos los excesos caen en el desuso. Sin duda toda innovación pasa por un proceso de decantación que deshecha cualquier actuación que no 'pase el examen' de la Sevilla cofrade. Lo que ocurre es que ese proceso, a veces, tarda en llevarse a cabo.
Determinadas cuadrillas de costaleros cuentan incluso con auténticos fans que acuden a los ensayos y mudás y que esperan incluso horas para ver cómo anda la cuadrilla en determinado lugar. Hay cofrades que el domingo previo al pregón incluso se agolpa público para ver alguna mudá a la que se aplaude sin banda ni flores ni imagen siquiera.
Hace pocas fechas pude encontrar en el blog 'Cofradieros de Sevilla' algo que, al menos para mí, no debería ser noticia, y no era otra cosa que los datos detallados de la mudá del paso del Cristo de la Sed para la salida extraordinaria de la Redención
. Por supuesto con el recorrido y la hora de entrada de la parihuela al templo, para que los interesados pudieran programarse los horarios y no perder detalle. No voy a entrar a opinar sobre curiosas salidas extraordinarias que merecen ser tratadas aparte.

¿Se están convirtiendo algunas cuadrillas y sobre todo algunas bandas en las nuevas devociones de algunos? ¿El auge que vive la Semana Santa es en gran parte gracias a ello? Lamentablemente creo que estamos llegando a crear nuevas devociones; la devoción al 'corneta solista', la devoción a 'determinadas figuras secundarias' o la devoción a 'la trasera de tal cuadrilla que no veas cómo empuja'. Yo espero sinceramente que no, pero no puedo dejar de albergar un cierto escepticismo. Confío en la capacidad autorreguladora de la Semana Santa y que esta tendencia que mueve a fans y forofos de bandas o cuadrillas (creo que así se les puede denominar) sea solo pasajera.