lunes, 2 de febrero de 2009

Con derecho a sucesión...

Cuando hace un tiempo salió la noticia, por sorpresa más que sorprendente, del arzobispo coadjutor con derecho a sucesión que desde Roma nombraban para la Diócesis de Sevilla a la mayoría de los cofrades les pareció algo casi de ficción. Monseñor Asenjo, del cual me confieso un casi total desconocedor, viene nombrado desde Roma y muy probablemente bajo las directrices de Rouco, nuestro particular ‘pontífice’ español. Que Fray Carlos Amigo no es eso, demasiado amigo de Rouco, no es ningún secreto. El espíritu y ánimo conciliador de Amigo, cosa que muy probablemente le venga de la Orden Franciscana a la que pertenece, dista bastante de las actitudes del cardenal Rouco, fiel continuador del más rancio catolicismo. Amigo siempre ha mostrado gran amplitud de miras tanto por el ecumenismo que ha demostrado en muchas ocasiones, propiciando el acercamiento con otras confesiones (es gran conocedor del Islam por su anterior condición de arzobispo de Tánger), o la ‘comprensión’ y el respeto que ha mostrado con asuntos tan espinosos como el matrimonio entre homosexuales. En mi opinión Rouco no podía permitir que una de las diócesis más importantes de España no estuviera dirigida por alguien cercano a sus posturas, y probablemente bastante o mucho habrá tenido que ver en que Amigo no haya visto cómo su pontificado era prorrogado desde Roma.
Si como parece Asenjo es, podríamos decir, un hombre de Rouco, la relación con la religiosidad popular será, cuando menos, tibia. Y las cofradías son, sobre todo, religiosidad popular (en el sentido meliorativo del término; religiosidad del pueblo y no religiosidad populachera como algunos prefieren entenderla). Desde esta perspectiva y ante la incertidumbre de lo que está por venir, los cofrades creo que están poco menos que con las carnes abiertas ante la época de estrecheces, no debidas a la crisis económicas, que también las habrá y de hecho ya las hay en las cofradías, sino de estrecheces cofrades si es que podemos denominarlas de este modo. La mano abierta que Fray Carlos ha mostrado en los últimos años probablemente contrastará con las pocas migajas que se presupone dará Asenjo a las cofradías. Pero en cualquier caso debemos concederle el beneficio de la duda. Porque el tiempo borra y dulcifica los recuerdos y aunque sea una afirmación obvia y de Perogrullo, el futuro es impredecible. Pero en Sevilla parece que el pasado también lo es y solemos “reinventar” la historia o la crónica de los acontecimientos a la medida de nuestras necesidades. Sevilla, que suele adolecer de una memoria que se extiende poco en el tiempo, una memoria frágil y muchas veces selectiva, es además poco amiga de los cambios, tendente a la actitud acomodaticia, prefiriendo lo conocido, malo o bueno por inercia o costumbre, a lo que esté por venir. Y ahora que el adiós de Amigo se presupone cerca parece que no nos acordamos de los desencuentros con las cofradías. La mano abierta de las coronaciones y procesiones extraordinarias, probablemente excesivas en los últimos tiempos, contrasta con la parquedad de antaño. No nos acordamos de la polémica de las Normas Diocesanas, con el consabido decreto de las nazarenas que todavía colea, de la postergación de las coronaciones de la Trinidad y del Valle, ésta última con el desaire de verla coincidir prácticamente con la del Cerro, o controvertidas intervenciones (imagino que en la mayoría de los casos también necesarias) en el gobierno de algunas cofradías, las últimas aprobaciones de nuevas hermandades, etc.
Los otrora críticos con Amigo (normalmente a sus espaldas), ahora lo colman de elogios. Otros, que callaron sus críticas durante años, aprovechan para expresarlas ahora aunque sea de manera soslayada, periodistas incluidos. Ya parece que nadie se acuerda cuando se bautizó una de las mitras de Fray Carlos como el modelo ‘magefesa’, se le criticaba el aire altivo que proyectaba (de la imagen pública de Amigo mucho tiene que ver su secretario, el hermano Pablo Noguera), o ausencias significativas en determinados actos. Pero al final nadie es malo cuando se va del cargo.El tiempo nos dirá si hacemos nuestra la frase de que es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer. Quizás el tiempo haya hecho que nos hayamos acostumbrado el uno a los otros. Pero en cualquier caso, al final Asenjo también será bueno, se le hará la rosca cuando vaya a las hermandades y tendrá legión de aduladores en el mundo de las cofradías, que siempre es mejor llevarse bien con el que manda. Y es que a rey muerto, rey puesto…


La imagen corresponde a una postal antigua del Palacio Arzobispal

8 comentarios:

Zapateiro dijo...

Yo nunca podré ser tachada de "aduladora de" o "amiga de" un Obispo, porque el que más o el que menos mantiene posturas que para nada comparto y ésa no es la Iglesia que, a mi entender, representa a Jesús. Pero lo que nadie puede poner en duda es la mentalidad más "humana" de Amigo Vallejo frente a la que pueda representar Rouco. Y, precisamente, lo que creo que más falta hace en la Iglesia es humanidad y cercanía a las personas.

Un placer volver a leerte, ya te echaba de menos.

Un saludo.

M. Andréu dijo...

¡Ay, Sevilla! Quien te conozca, que te compre.

Dices verdades como puños. Vamos a echar de menos a Amigo, pero no sólo porque terminen las procesiones intemporales o las coronaciones como rosquillas, que algo de eso habrá, sino porque creo que se va a endurecer la mano en Palacio.

Mucho me temo que pagen justos por pecadores, pero ya se sabe: la Iglesia nunca fue demócrata, sino jerárquica.

Un abrazo amigo.

PD.: Espero contestación de algo por e-mail.

La gata Roma dijo...

Yo no pretendo adular a nadie, de hecho hace pocos años escribí cierta carta al director por unas desacertadas declaraciones del Cardenal, al menos en mi opinión. Y a pesar de esto, puedo afirmar de manera casi rotunda, que lo vamos y lo van a echar de menos. Como usted dice, con los tiempos que corren, lo que nos ha tocado pues es eso, lo que toca. Dicen que es la mano de hierro en el guante de seda, pero yo prefiero esperar a ver que ficha mueve. Muchos han puesto el grito en el cielo por esa memez de que un miembro de cierta Hermandad se acercó a darle una estampita, y en lugar de que al Arzobispo cuazjutor se le hiciera lo que dijimos aguita de limón, invitó a que se la diera a su secretario… Yo me he reido, y pensé que tal vez no llevaba bolsillos… En fin, mientras que no sea otro Cardenal Segura… no tengo el listón muy alto, y eso que sin estar plenamente conforme, Amigo no va a ser fácil de superar con estos tiempos que nos han tocado a los católicos, apostólicos y romanos…
Y si, Sevilla es caprichosa y desagradecida, hasta que pasa el tiempo, viene algo peor y sube a los altares lo que detestó en el pasado… Como hay dos corrientes muy marcadas, no tengo muy claro como nuestra injusta historia juzgará a este hombre, pero ya le digo, ojito a los de misa diaria, que hasta ellos se pueden llevar una sorpresita, y lo mismo acaban pensando que la mano sueltita a la hora de firmar salidas extraordinarias no era tan mala…
Kisses y perdón por lo extenso, pero en su balcón es inevitable; y eso que me he reservado mi gran historia de afecto hacia el franciscano en mi mas tierna infancia.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

De acuerdo totalmente con su opinión y también con la de sus visitantes.
Casos veredes, amigos. Tengamos paciencia que en nuestras Hermandades siempre ha sido una razón de existencia y ahora estamos olvidando.
Saludos.

el aguaó dijo...

Bajo mi punto de vista creo que Carlos Amigo Vallejo ha estado más cerca de la humanidad que pregona la Iglesia (y que no siempre cumple) que otras mentalidades más cerradas y, curiosamente, más pegadas al seno eclesiástico. He ahí la gran paradoja y el problema principal, cuando se trata de recibir a un nuevo arzobispo que parece tener una mentalidad más cerrada o conservadora.

Lógicamente, al nuevo hay que dotarlo del beneficio de la duda, pero yo creo que vamos a echar de menos al Cardenal.

Un abrazo muy fuerte amigo.

Antonio dijo...

El cardenal de Sevilla ha tenido una postura contraria a la oficial de la Iglesia española, aunuqe tampoco era para tirar cohetes, y siempre esun gusto escuchar hablar a alguien que habla de los que no opinan como él con respeto, y no con postura insolidarias e intransigentes.

El que vienen dicen que es de la cuerda de los que no me gustan. Habrá que esperar lo que dice y hace. Prejuzgar es un mal comienzo para las relaciones.

A las cofradías para gobernarlas hay que quererlas y sentirlas. Eso lo consiguió amigo. Veremos el nuevo.

Espero no falte a los actos de caridad y asistencia social a los que no faltaba el actual. Hay que dar la cara con los que lo necesitan, y no tanto con quienes van a misa de ocho y luego les llevan croquetas.

Antonio

Anónimo dijo...

Este comentario no tiene nada que ver con la entrada, pero creo que es importante:

Despues de ver ayer el programa de Sevilla TV, y escuchar las declaraciones del Sr. Torrijos, Teniente de Alcalde de Sevilla y el consentimiento por parte del Sr. Alcalde D. Alfredo Sanchez Monteseirín, y Ayuntamiento sobre las Hermandades y Cofradías de Sevilla así como su postura con respecto a la nueva Ley del aborto, propongo:

QUE CUANDO PASEN ESTOS SEÑORES REPRESENTANDO AL AYUNTAMIENTO EN LAS PRESIDENCIAS DE CIERTAS HERMANDADES, TODOS Y DIGO TODOS LOS QUE ESTEN EN LAS SILLAS DE LA CARRERA OFICIAL LES DEN LA ESPALDA, NO SE MERECEN NI UNA SOLA MIRADA DE LOS COFRADES SEVILLANOS.

Zapateiro dijo...

Entro para desearte una feliz Semana Santa.

Espero que estés bien.

Un saludo.